La American Psychological Association realizó un estudio de meta-análisis de 85 años de investigación científica respecto a las variables mejor pronostican el desempeño laboral.
Validity and Utility of Selection Methods in Personnel Psychology. September 1998. Psychological Bulletin 124(2):262-274. DOI: 10.1037/0033-2909.124.2.262.
Dicho estudio arrojó resultados asombrosos. De las miles de variables analizadas, la flexibilidad cognitiva resultaba ser la que mejor explicaba el éxito laboral de los candidatos.

La flexibilidad cognitiva se refiere a la capacidad de generar estrategias de acción eficientes, las cuales se modifican según el feedback ambiental. Este dominio neurocognitivo que nos permite adaptarnos a los cambios forma parte de un conjunto de funciones llamadas “Funciones Ejecutivas”, las cuales pueden ser evaluadas y cuantificadas a través de una exploración neurocognitiva, que incluye la valoración de la capacidad inhibitoria, la organización de la información, la planificación, etc.

La eficacia laboral no solo depende de las características de la personalidad del candidato, sino que también surge de las funciones neurocognitivas de este y su capacidad para hacer frente a las demandas de su trabajo.

Podemos decir entonces, que la valoración de las funciones neurocognitivas funciona como un examen respecto a la ergonomía neurocognitiva del candidato y su capacidad de respuesta y adaptación a las tareas que le serán encomendadas.


¿Cómo lo implementamos?

Las evaluaciones se realizan en forma presencial. Se realiza un perfil de competencias de acuerdo con la posición y tareas del puesto, las cuales se responden con:
• Una entrevista clínica.
• Una evaluación de la personalidad.
• Un examen neurocognitivo diseñado acorde a las funciones que se desean evaluar.

El tiempo de duración depende de la posición y el candidato y puede variar desde 60 a 120 minutos.